La tecnología IoT es la base para todos los edificios inteligentes
La tecnología de las telecomunicaciones como el IoT no es ajena a ningún sector. Esto supone que su inclusión es cada vez más amplia y variada para dotar de conectividad a objetos cotidianos. El mundo de la construcción ha abrazado estos avances y como ejemplo claro de este progreso aparecen los edificios inteligentes.
La tecnología IoT unida a la IA es capaz de crear edificios inteligentes que reducen el consumo y mejorar el confort de los residentes y visitantes
Qué son los edificios inteligentes
Se define como edificio inteligente a aquella estructura que es capaz de comunicarse a nivel interno entre los diferentes sistemas y con el exterior. Gracias a ello y la inteligencia artificial pueden tomar decisiones de manera autónoma para ahorrar costes y crear un ambiente óptimo para sus residentes y usuarios.
Para llevar a cabo este proceso y considerarse un smart building necesita incorporar una serie de tecnologías entre las que se incluyen los sensores conectados a los diferentes sistemas. Además, cuentan con un poderoso software que se convierte en el cerebro del edificio y es el encargo de procesar los datos y tomar decisiones que te permitan disfrutar de una mayor comodidad en su interior.
La implantación del IoT y su función en un smart building
El Internet de las Cosas (IoT en inglés) consiste en dotar a objetos de la capacidad de comunicarse entre sí y poder ser controlados a través de internet. Dentro de un edificio, el constructor se vale de esta tecnología para conectar los sistemas de iluminación, calefacción o seguridad.
Toda la información que recopilan estos sensores, como los movimientos por zonas comunes o la ocupación y los hábitos de los residentes o visitantes se almacena y procesa en un equipo central que vuelca los datos al administrador. Gracias a ello se pueden tomar medidas que ayudan a reducir el consumo de todo el conjunto del edificio.
Además, permite crear patrones de comportamiento, como la detección de movimiento que enciende luces en una secuencia o la activación de la calefacción al abrirse una determinada puerta. Sin duda, una forma de reducir las acciones que debes llevar a cabo como residente y una mejora del confort.
Los sensores conectados pueden cubrir todos los espacios del edificio permitiendo la detección temprana de inconvenientes para su rápida solución. Esto permite un ahorro en mantenimiento o evitar problemas mayores. Para lograr todo esto es imprescindible la conectividad a la red que es lo que aporta el IoT. Todo se complementa con la IA que aprende de los datos y toma decisiones inteligentes.
La tecnología se encuentra en constante avance y abarca todos los sectores. En el mundo de la construcción está presente tanto en los procesos de fabricación como en el resultado final. Uno de los principales ejemplos son los edificios inteligentes que, gracias al IoT y la IA, pueden gestionar sus recursos para ofrecer un menor consumo energético y crear un ambiente más confortable.